La Oración de Nehemías – 1:5-11
Es en la oración de Nehemías que notamos la profundidad de su fe. Su oración es una de las más emocionantes en las escrituras (otros ejemplos se encuentran en Salmo 51; Daniel 9:4-19; Esdras 9:6-15). Note en el versículo 5 la postura espiritual de Nehemías: la humildad, la reverencia, y cómo da gloria a Dios. La oración muestra fe tanto en la trascendencia como en la inmanencia de Dios. Después de unos 142 años de cautiverio en Babilonia, parecía que Dios se había olvidado de su pueblo. Pero en fe, Nehemías ruega que Dios recuerde su pacto con ellos. Eso se ve también en el versículo 6 con la referencia a los Israelitas como los siervos de Dios.
La palabra que Nehemías usa para ‘misericordia’ (hebreo: ‘hesed’) se refiere específicamente en la literatura bíblica a la fidelidad de Dios en su pacto. Se menciona esta palabra también en Esdras 7:28 y 9:9 en el contexto del rey Artajerjes. La actitud favorable del rey se debe solamente a la fidelidad, la lealtad y la misericordia de Dios. En el versículo 8 leemos que Nehemías pide a Dios que se acuerde de lo que había prometido. Pero eso no indica a que Dios olvida de sus promesas, sino a que Dios ponga in acción su promesa y su Palabra.
Nehemías tenía fe en el amor de Dios. En el versículo 9 él pide misericordia basada precisamente en este amor. Note en este versículo el uso del concepto de la redención del pueblo. Se refiere a una redención espiritual, por supuesto. Pero se refiere también a la liberación física, porque Dios volvió al pueblo a su tierra, aunque ya no independiente como antes, sino dependiente al reino que reinaba. Dios había dicho que si el pueblo desobedeciera su parte del pacto, perdería las bendiciones y recibirían las maldiciones (Deuteronomio 28:20; 29:24,25; 31:16,17). Pero Nehemías reclama en fe la promesa de Dios que él jamás se olvidaría de su pueblo, por medio del cual Cristo vendría (Levítico 26:44,45; Salmo 89:30-37; Isaías 54:7; Romanos 11).
En el versículo 10 Nehemías muestra su confianza en Dios, pidiendo una segunda liberación del enemigo, como la primera emancipación de los egipcios (Éxodo 12-15). El pide la misericordia de Dios basada en dos cosas: en su relación con ellos (por medio del pacto hecho con ellos) y también en lo que él había hecho para ellos en el pasado. Eso nos hace pensar en lo que dice en 2 Crónicas 7:14,
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
La fe de Nehemías se nota especialmente en su referencia en el versículo 11 de ‘reverenciar tu nombre’. La reverencia a Dios requiere por lo menos cuatro cosas: conocerlo (Proverbios 9:10), confiar en él (Salmo 34:11,22), obedecerlo (Proverbios 8:13), y adorarlo (Salmo 95:6). Nehemías mostró cada uno de esos en su muestra de fe. Esa reverencia se nota aún más cuando Nehemías pide que Dios le esté atento. En todo el libro, Nehemías pedirá “acuérdate de mi”, como en este versículo lo pide también, aunque en otras palabras. Eso no se refiera a ‘auto-reverencia’ como si pidiera un recompenso personal por lo que él mismo había hecho. Más bien, es una petición que tiene el sentido de que no piensa en si mismo, sino en el bienestar del pueblo de Dios.
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